
INGREDIENTES
– 2 cda de vinagre balsámico
– 2 rebanadas de pan rustico
– 2 ramitas de romero fresco
– 100 gr de espinacas Baby
– 2 dientes de ajo pelado
– 20 gr de queso feta
– 6 tomates cherrys
– 1 limón (ralladura)
– Pimentón dulce
– 3 mandarinas
– AOVE
– Sal
– Pimienta negra

Elaboración
Con un palo de brocheta (que quepa en la sartén) vamos ensartando trozos de pan, pollo y tomate cherry. Mientras hacemos esto vamos calentando la sartén o plancha. Con ésta bien caliente vamos haciendo las brochetas dándoles la vuelta con frecuencia hasta que estén bien tostadas y crujientes. Para poder crear una costra interesante, podemos colocar una tapa por encima y algo de peso (el mortero), para que esté en continuo contacto con el fondo de la sartén.
A medida que se van haciendo las brochetas, limpiamos las mandarinas y cortamos en rodajas finas, sin la parte blanca. Las espinacas Baby las aliñamos con zumo de limón, sal y un chorrito de aceite de oliva, y las colocamos en el plato de servir.
Colocamos las mandarinas cortadas por encima. Cuando acaben las brochetas de hacerse, se colocan por encima de las espinacas, junto con el queso feta desmenuzado, la otra cucharada de vinagre balsámico y unos gajos de limón para servir al gusto.

LA
MANDARINA
Su grato dulzor, su escaso grado de acidez y la suavidad de su pulpa, hacen de este cítrico una de las frutas más populares. Además resultan tan fáciles de pelar y de comer que se han convertido en una de las frutas predilectas de los niños.
En la actualidad, España (sobre todo Levante) se encuentra entre los mayores productores del mundo, si bien muchas de las mandarinas que consumimos proceden de Israel o Turquía. Las variedades más consumidas en nuestro país son las clementinas y las satsumas.

En cuanto a su uso culinario, la mandarina es el cítrico más fácil de pelar y de comer. Por eso se suele comer entera, con lo que se aprovechan todo. Por eso son versátiles y ofrecen al cocinero la oportunidad de innovar en los platos. Aparte de los gajos, se pueden aprovechar la cáscara (rallándola), el jugo e incluso las hojas en infusión. Podemos marinar carnes o pescados con las variedades más ácidas, e incluso se puede usar, como hoy, como ingredientes en ensaladas y aliños, que les confiere un sabor dulce y ácido a nuestras elaboraciones más frescas.
Entre sus propiedades podemos decir que son prácticamente como la de la naranja, de la que ya hablamos en programas anteriores. No obstante, su acido cítrico es el responsable de esa acidez suave y agradable, cosa que no ocurre en todas las variedades de las naranjas clásicas.